Su frágil matrimonio duró poco más de dos años y terminó de disolverse cuando su hijo de dos semanas de nacido murió de alguna enfermedad tropical, difícil de controlar en zonas de provincia, por allá en la década del cincuenta.
Creo que al poco tiempo empezó a tejer su mortaja.
Demoró tanto tiempo haciéndolo y con tanto preciosismo que comparo su trabajo con el de Penélope, la esposa de Ulises. No se si lo hacía para retrasar la muerte, u ocupar el tiempo que no alcanzaba a llenar criando a cuanto niño de la familia se le ponía enfrente.
Y después dicen que García Márquez inventó el realismo mágico del Caribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario